Ríos, lagos y embalses ¿capturan o liberan CO2?

Un equipo de científicos del CEAB especializados en las perturbaciones provocadas por el cambio climático en lagos viajan a Kazajistán para estudiar el cauce seco del Mar de Aral. Lo que fue el cuarto lago más grande del planeta es ahora un desierto como consecuencia de una mala gestión ambiental, y los investigadores han diseñado un estudio para evaluar si la desecación del Mar de Aral implica la emisión de cientos de miles de toneladas de carbono en la atmósfera: el último aliento del Mar de Aral.

El CO2 atmosférico aumenta sin cesar y esto contribuye a incrementar la temperatura del planeta. La comunidad científica va loca midiendo los impactos, anticipando las consecuencias, y buscando soluciones. Hemos aprendido que los bosques y océanos pueden absorber una parte del CO2 atmosférico. ¡Qué bien! Pues problema casi resuelto: conservemoslos como es debido. ¡Pero ojo! ¡Los ecosistemas también respiran y mucho! Respiran las rocas y respira el suelo. ¿Por dónde sale todo este gas? En el CEAB estudiamos qué controla esta evasión de CO2 y cuál es el papel de los ríos en toda esta historia.